Libro 141/365: "Días de viaje" de Aniko Villalba
Clase media alta argentina viajando por el mundo.
Libro 141/365
Nombre del libro: Días de viaje
Autora: Aniko Villalba
Año: 2013
Páginas: 345
¿Cómo llegó a mi biblioteca?
Lo compró mi mujer directo de la autora y está dedicado por ella. Me encanta la ilustración de la portada de Vero Gatti.
Qué me pareció (4/10)
Me había olvidado de este libro que nació del exitoso blog de la autora Viajando por ahí. Estuvo de invitada en un seminario que dio Pedro Mairal y por eso se me ocurrió sumarlo a esta semana de viajes.
Hay una idea de viaje de la que formé parte fugazmente (en el ‘99, cuando fui de pseudo-mochilero a Europa durante un mes) pero que hoy me resulta ajena. Es el de una clase media de algún país que atraviesa un buen momento económico (para algunos) accediendo a dólares para viajar por el mundo. En Europa contará quizá más las monedas, pero en Asia (Vietnam, Indonesia, etc.) gastará muy poco. Parte de esa movida son quienes se van a juntar kiwis a Nueva Zelanda o alguna de esas aventuras más cercanas a un paquete turístico que a una exploración. En síntesis, el pequeño burgués jugando a abrirse al mundo, a la vida. Hoy me resulta frívolo tener que ir a un país a dos aviones de distancia para conocer a una persona pobre de primera mano, o visitar al Louvre cuando no se visitó jamás un museo en la propia ciudad. También esa maratón de ir tachando países, rozando apenas la superficie de otra cultura. A nivel global Chris Guillebeau con su The Art of Non-conformity fue un reflejo del mismo fenómeno: viajó a todos los países del mundo -193- con el detalle que sólo pisar el aeropuerto pero él ya contaba. No casualmente hoy la autora confiesa que se cansó y que está detenida en una sola ciudad. Me ha pasado de conocer gente pasando por Buenos Aires que después de viajar por más de cincuenta países seguían buscando su lugar en el mundo (algo que sólo confesaban después de unas cervezas, cuando la mayoría ya se había ido tras escuchar sus fantásticos relatos).
El libro tiene ilustraciones de Vero Gatti y cuenta sobre los distintos destinos, las interacciones que tuvo la autora y lo que sintió y pensó ante lo que fue viviendo. La sensación que me dio por momentos es que no es consciente de que está en un lugar de privilegio (por su formación, por su nivel socioeconómico, por su elección voluntaria de ese nomadismo). Queda claro cuando se enoja cuando tilda de aprovechador a alguien que le hizo una visita guiada de varias horas en Colombia y luego le pide unos euros. Algo parecido podrían decir quienes le prestaron su casa, la invitaron a comer o la llevaron en su auto cuando hacía dedo sin cobrarle un centavo a pesar de que probablemente fuese ella quien tuviese más plata que ellos.
Rescato que intenta diferenciar entre el viajero y el turista. Es una discusión que en el mundo se dio hace cincuenta años cuando se escribieron clásicos de ficción y ensayos sobre el tema y hoy ya es un cliché. Pero como en el libro que leí de Sarlo sobre viajes, se respira una búsqueda de autenticidad, de conectar con la gente, de no ir a los museos y a las paradas obligatorias sino de experimentar lo que la realidad de cada lugar propone. El lugar desde donde lo hace la autora me genera cierta incomodidad, pero aplaudo como a los 28 años con su blog ya había conseguido formar una comunidad, editar su primer libro (después sacó varios más) y conseguir lo que soñaba de chica, como nos cuenta en el prólogo.
Citas preferidas
“La vida es lo que hacemos de ella. / Los viajes son los viajeros. / Lo que vemos no es lo que vemos, / sino lo que somos.” (Fernando Pessoa)
“La diferencia residía, en parte, en el tiempo. Mientras el turista se apresura por lo general a regresar a su casa al cabo de algunos meses o semanas, el viajero, que no pertenece más a un lugar que al siguiente, se desplaza con lentitud durante años de un punto a otro de la tierra (...) El primero acepta su propia civilización sin cuestionarla; no así el viajero, que la compara con las otras y rechaza los aspectos que no le gustan. El turista busca desconectarse de su rutina y el viajero busca conectarse con el mundo.” (Paul Bowles)
¿Tenés otros libros de la autora?
No.
¿Te tomarías un café con la autora?
No creo.
¿A quién se lo recomendarías?
No lo releí pero imagino que en tiempos de pandemia puede ser divertido viajar desde los ojos de Aniko. Probablemente haya otros diarios más interesantes y con mayores experiencia de vida pero puede ser ameno para alguien que se siente representado generacionalmente por ella.